La diferencia entre una intolerancia y una alergia
Es importante conocer la diferencia entre una intolerancia alimentaria y una alergia alimentaria. Hay varios grupos de alimentos que debemos consumir para asegurar que nuestro cuerpo obtenga los nutrientes necesarios que necesita. Estos grupos de alimentos incluyen, entre otros, verduras, cereales integrales, proteínas y productos lácteos. Tener una intolerancia alimentaria no significa necesariamente que debamos descartar un grupo de alimentos completo como lo haría con una alergia, sino que debemos encontrar una manera de consumir estos grupos de alimentos con facilidad en nuestro sistema digestivo.
Si experimenta síntomas como gases, náuseas o hinchazón cuando consume productos lácteos, podría indicar que es intolerante a la lactosa. Afortunadamente, debido a que la intolerancia no es una alergia, todavía hay formas en que puede consumir los mismos productos lácteos que conoce y ama sin comprometer el sabor o el valor nutricional.
¿Qué significa ser intolerante a la lactosa?
Nuestro intestino delgado crea una enzima llamada lactasa. La lactasa ayuda a descomponer la lactosa, un azúcar hecho de glucosa y galactosa que se encuentra específicamente en los productos lácteos. Cuando nuestro cuerpo no produce la cantidad de lactasa necesaria, es difícil o casi imposible digerir los productos lácteos. La buena noticia es que puede tomar diferentes medidas para ayudar mejor a su sistema digestivo cuando consume lactosa.
Leche Deslactosada
Para aquellos intolerantes a la lactosa, la leche sin lactosa es la mejor alternativa a los productos lácteos regulares. El proceso de elaboración de leche sin lactosa difiere según la marca que compre y, por lo general, se realiza mediante dos métodos. Un método utilizado es separar la lactosa en dos azúcares diferentes, glucosa y galactosa, y agregar lactasa. Al agregar lactasa, aquellos que tienen deficiencia de lactasa pueden digerir los lácteos más fácilmente. El segundo método utilizado para hacer leche sin lactosa es filtrar completamente la lactosa.
Puede seguir disfrutando los lácteos
La eliminación de los productos lácteos de nuestra dieta puede resultar en una falta de proteínas, calcio y otros nutrientes esenciales que su cuerpo necesita. Y afortunadamente, tener intolerancia a los lácteos no significa que no puedas disfrutar de todas las delicias de los lácteos como el yogurt, el queso o el helado. Muchos productos lácteos sin lactosa se pueden encontrar en los pasillos de las tiendas de comestibles, como queso, cremas, helados, crema agria, yogurt y mantequilla. Si eres intolerante a la lactosa o eres sensible a los productos lácteos, intenta consumir productos lácteos sin lactosa para facilitar la digestión.
Además, opte por productos lácteos que sean naturalmente bajos en lactosa, estos productos suelen ser más fáciles de digerir. Los quesos naturales como el cheddar, el colby, el monterey jack, el mozzarella, el suizo y las porciones pequeñas de requesón, queso ricotta y queso crema son bajos en lactosa. Si bien el yogur tiene lactosa, los cultivos vivos y activos del yogur ayudan a digerir la lactosa, haciéndola más fácil de tolerar. También hay menos lactosa en el yogur griego debido al proceso de colado, así que esa es otra opción. La mantequilla contiene un mínimo de lactosa, por lo que puede tolerarse bien cocinar con ella en pequeñas cantidades.
Si eres intolerante a la lactosa, todavía hay formas de consumir lácteos y obtener los nutrientes que tu cuerpo necesita.