Separa todos los ingredientes por la mitad (2 recipientes separados).
Licúa la mitad de la leche, la mitad del queso y la mitad del azúcar hasta que este una mezcla homogenea. Separa la mezcla.
Licúa la segunda mitad del queso fresco por sí solo hasta que tenga una consistencia granular. Separa.
Coloca una capa de hielo mezclado con sal en la garrafa de madera.
Agrega la cubeta de metal encima de la primera capa de hielo con sal. Continúa agregando capas de hielo y sal al rededor de la cubeta de metal hasta cubrir la garrafa de madera. La sal evitará que el hielo se derrita rápidamente.
Una vez que la cubeta de metal esté dentro de la garrafa de madera con las capas de hielo y sal en el exterior, coloca la mezcla de la mitad de los ingredientes dentro de la cubeta de metal.
Mezcla constantemente los ingredientes dentro de la cubeta de metal con la pala de cocina hasta que empieces a ver una consistencia más espesa.
Una vez que la consistencia comience a espesarse, comienza a agregar la otra mitad de los ingredientes a la mezcla. Continuar mezclando con la pala hasta obtener la consistencia de helado. Este paso tardará entre 30 y 45 minutos (para 4 porciones).
El helado está listo para servir. ¡Disfruta!