Precalienta el horno a 375°F (o a 190°C). Unta la mantequilla y la harina ligeramente en una bandeja para hornear (13x9 pulgadas o 22x30 centÍmetros) y reserva la bandeja para usarla después.
Combina el queso parmesano y la leche en un tazón hasta que esté bien mezclado. Reserva el tazón.
Separa las claras de huevo de las yemas. Bate las claras de huevo con una batidora hasta que se formen picos suaves.
Mientras continúas batiendo las claras de huevo a una velocidad baja, agrega las yemas de huevo, una a la vez.
Utilizando un tercer tazón, junta la harina y la levadura. Luego añade el azúcar y la canela, y revuelve. Añade la mezcla de claras y yemas de huevo y mezcla bien hasta que la harina esté bien incorporada.
Agrega la cremia agria, la mantequilla derretida, y la mezcla de leche y queso. Mezcla hasta que quede suave y sin grumos.
Vierte la masa en la bandeja para hornear y espolvorea con semillas de sésamo.
Hornea durante 25-40 minutos o hasta que agregues una brocheta para hornear en el centro y esta salga limpia.
Deja que se enfríe antes de desmoldar y córtalo en 14 rebanadas. ¡Disfruta!